martes, 1 de mayo de 2012

ANTE LA REUNION DEL CONSEJO DE GOBIERNO DEL BCE EN BARCELONA

Los próximos días 2, 3 y 4 de mayo están previstas en la ciudad de Barcelona diversas actividades y la reunión del Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo. Dicha cumbre estará protegida por un enorme y costoso dispositivo de las fuerzas de seguridad, unas 7.000, entre mossos de esquadra, policía nacional y guardia civil.

Ese ejercicio exagerado y ridículo de “protección” expresa el servilismo de los gobiernos de la Generalitat y del Estado español al instrumento más poderoso de la Unión Europea para la aplicación de las políticas neoliberales en el actual contexto de la crisis económica en Europa, y pone en evidencia  el temor de las administraciones al malestar de la ciudadanía ante dicha institución y su responsabilidad en el agravamiento de la crisis.

Junto con la Comisión Europea y el Consejo Europeo son las instituciones europeas responsables del deslizamiento hacia la recesión del conjunto de la UE, y del hundimiento en la depresión de Grecia, Portugal, Irlanda y España.

El Banco Central Europeo suma a los numerosos errores en la gestión de los tipos de interés durante la anterior etapa bajo la presidencia de Jean-Claude Trichet que precipitaron la crisis en Europa, los errores que se derivan de la defensa de la estabilidad de precios como principal objetivo económico, en lugar de la creación de empleo y el crecimiento económico. 

Su obcecación en justificar y vigilar la aplicación de las políticas de ajuste, de reducción del déficit y de la deuda por los estados miembros a pesar de sus consecuencias desastrosas; la dosificación de las aperturas de liquidez y compra de deuda en función del cumplimiento de las “reformas estructurales” y de la reducción del gasto público por los gobiernos, lo convierten en un obstáculo para la superación de la crisis.

Los miembros del Consejo de Gobierno del BCE han sido promovidos por los lobbys financieros y las grandes multinacionales, y se someten en lo fundamental a las directrices económicas de los gobiernos de Francia, y especialmente de Alemania. Pero su falsa independencia no les exonera de culpa.

EL Banco Central Europeo sirve los intereses de los responsables de la crisis y lejos de rectificar las políticas fracasadas persiste en las recetas del fundamentalismo neoliberal  que nos empujan al desastre económico, la pérdida de derechos sociales, y la destrucción de la democracia. EL BCE se ha convertido en el enemigo de los ciudadanos y ciudadanas de los Estados y pueblos de Europa.

La Assemblea Social de Catalunya llama a la ciudadanía, a la clase trabajadora, a expresar pacíficamente su rechazo al BCE y sus políticas, declarando a los miembros de su Consejo de Gobierno  “personas no gratas”.
Barcelona, Mayo 2012

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