Infocosta
La presidenta de la Asociación de extranjeros flamencos, Hildegard Callewaert, ha querido hacer público el malestar de muchos de sus asociados y de otros residentes de diferentes nacionalidades, ante lo que consideran “un desprecio a los que vivimos durante muchos meses del año en Almuñécar y La Herradura”.
En su español, ya casi perfecto pues son muchos los años que lleva viviendo por largas temporadas en Almuñécar, la presidenta de esta asociación ha querido expresar el malestar que sienten “después de que tras varias reuniones con los representantes municipales, de que hayamos comprado todo, de que incluso muchos hayan modificado sus viajes de Navidad a sus países de origen, el Mercadillo de Navidad en el que participamos desde hace años ha sido suspendido sin contar con nosotros ni tenernos en cuenta”.
Hildegard Callewaert nos cuenta que “con la excusa de que algunos negocios no quieren, nos han dejado sin el mercadillo navideño que tanto nos unía en estas fechas, aunque sabemos que no se hace porque el árbol de Navidad que han puesto es muy grande y no hay sitio para el mercadillo”.
En este sentido lamenta que les notificaran el pasado jueves que se suspendía, porque las asociaciones que ya habían confirmado su participación, han hecho un gasto muy importante comprando los productos que utilizan habitualmente para confeccionar las tartas, los dulces y ponches, globos, caramelos y regalitos para los niños, “incluso hemos comprado un traje nuevo de Papa Noel para pasear por las calles y animar a los vecinos a que acudieran”, nos cuenta muy apesadumbrada.
Una de las cosas que más les indigna es que “no hayan tenido en cuenta que muchos de nosotros, y la concejala encargada de la organización del mercadillo lo sabía, modificamos nuestras agendas para poder participar. Algunos nos marchábamos antes a pasar la Navidad con nuestras familias y al pedirnos que estuviéramos en el mercadillo, cambiamos la fecha de partida para cumplir con nuestro compromiso”.
“Hemos hecho un gran esfuerzo para nada. Además, cada año usamos una parte de la recaudación del mercadillo para ayudar en diferentes campañas de ayuda, pero este año ya no podremos hacerlo porque no nos han tenido en cuenta”.
Para estos residentes procedentes de países del centro y norte de Europa, la tradición navideña es muy importante y la sienten muy arraigada, de ahí que se sientan tan decepcionados, e incluso utilizan la palabra “despreciados” por los responsables del Ayuntamiento.
Pero eso no es todo, su denuncia va más lejos aún, y es que no han perdonado ni comprenden que “el nuevo gobierno haya cambiado la fecha de la fiesta de Europa sin contar con nosotros ni pedirnos opinión, cuando somos los principales afectados. Los residentes extranjeros de Almuñécar y La Herradura, que somos algunos miles, no estamos aquí en mayo. No comprendemos cómo la han cambiado de octubre a mayo si en esas fechas la gran mayoría no estará aquí. Quizá es que eso es lo que querían…”
En el mercadillo navideño y en la fiesta de Europa, estos vecinos temporales encuentran la oportunidad perfecta para integrarse con el resto de los almuñequeros y compartir con ellos sus costumbres, usos y tradiciones. “Estamos juntos, nos conocemos mejor, salimos a desayunar, comer o cenar y nos encontramos con ellos en los negocios de Almuñécar. “
Antes de marcharse nos dice preocupada que lamenta esta denuncia “sé que no les va a gustar, pero es la única manera de que se den cuenta de que lo están haciendo mal con nosotros. Aunque somos extranjeros nos sentimos parte de Almuñécar. Muchos estamos aquí la mayor parte del año y queremos que se nos tenga en cuenta y nos respeten como hasta ahora.”
En su español, ya casi perfecto pues son muchos los años que lleva viviendo por largas temporadas en Almuñécar, la presidenta de esta asociación ha querido expresar el malestar que sienten “después de que tras varias reuniones con los representantes municipales, de que hayamos comprado todo, de que incluso muchos hayan modificado sus viajes de Navidad a sus países de origen, el Mercadillo de Navidad en el que participamos desde hace años ha sido suspendido sin contar con nosotros ni tenernos en cuenta”.
Hildegard Callewaert nos cuenta que “con la excusa de que algunos negocios no quieren, nos han dejado sin el mercadillo navideño que tanto nos unía en estas fechas, aunque sabemos que no se hace porque el árbol de Navidad que han puesto es muy grande y no hay sitio para el mercadillo”.
En este sentido lamenta que les notificaran el pasado jueves que se suspendía, porque las asociaciones que ya habían confirmado su participación, han hecho un gasto muy importante comprando los productos que utilizan habitualmente para confeccionar las tartas, los dulces y ponches, globos, caramelos y regalitos para los niños, “incluso hemos comprado un traje nuevo de Papa Noel para pasear por las calles y animar a los vecinos a que acudieran”, nos cuenta muy apesadumbrada.
Una de las cosas que más les indigna es que “no hayan tenido en cuenta que muchos de nosotros, y la concejala encargada de la organización del mercadillo lo sabía, modificamos nuestras agendas para poder participar. Algunos nos marchábamos antes a pasar la Navidad con nuestras familias y al pedirnos que estuviéramos en el mercadillo, cambiamos la fecha de partida para cumplir con nuestro compromiso”.
“Hemos hecho un gran esfuerzo para nada. Además, cada año usamos una parte de la recaudación del mercadillo para ayudar en diferentes campañas de ayuda, pero este año ya no podremos hacerlo porque no nos han tenido en cuenta”.
Para estos residentes procedentes de países del centro y norte de Europa, la tradición navideña es muy importante y la sienten muy arraigada, de ahí que se sientan tan decepcionados, e incluso utilizan la palabra “despreciados” por los responsables del Ayuntamiento.
Pero eso no es todo, su denuncia va más lejos aún, y es que no han perdonado ni comprenden que “el nuevo gobierno haya cambiado la fecha de la fiesta de Europa sin contar con nosotros ni pedirnos opinión, cuando somos los principales afectados. Los residentes extranjeros de Almuñécar y La Herradura, que somos algunos miles, no estamos aquí en mayo. No comprendemos cómo la han cambiado de octubre a mayo si en esas fechas la gran mayoría no estará aquí. Quizá es que eso es lo que querían…”
En el mercadillo navideño y en la fiesta de Europa, estos vecinos temporales encuentran la oportunidad perfecta para integrarse con el resto de los almuñequeros y compartir con ellos sus costumbres, usos y tradiciones. “Estamos juntos, nos conocemos mejor, salimos a desayunar, comer o cenar y nos encontramos con ellos en los negocios de Almuñécar. “
Antes de marcharse nos dice preocupada que lamenta esta denuncia “sé que no les va a gustar, pero es la única manera de que se den cuenta de que lo están haciendo mal con nosotros. Aunque somos extranjeros nos sentimos parte de Almuñécar. Muchos estamos aquí la mayor parte del año y queremos que se nos tenga en cuenta y nos respeten como hasta ahora.”
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